
Sin embargo el pueblo parisiense, corrida la voz sobre aquel
espectáculo maravilloso y espectacular, ya al segundo día llenó el salón y las
colas recorrían el bulevar. Los diarios de París elogiaron aquel espectáculo
insólito y los hermanos Lumiére tuvieron asegurada, a partir del segundo día,
sus espectadores incondicionales.
Ya en los
primeros momentos se hicieron famosas dos películas que dominaron en su show:
Llegada del tren a la estación (L’arrivé d’un train en gare de la Ciotat,
1895) y El regador regado (L’arroseur arrosé, 1895), el primer film
de humor, de un minuto, de la historia del cine.
George Mèliés
Georges
Mèliés se entusiasmó con el invento de los Lumiére, y siendo un hombre de una
gran sensibilidad, capacidad creativa y espíritu empresarial, enseguida le vio
posibilidades al espectáculo. Se la ingenió para adquirir un proyector y comenzó
a rodar inmediatamente. Al poco tiempo, debido a su conocimiento del mundo de la
farándula, había desarrollado su carrera de cineasta, aplicando sus habilidades
al mundo del espectáculo en el Teatro Robert Houdini, de París, que compró para
el efecto y al que dotó de todos los inventos necesarios para realizar
sofisticadas puestas en escena y sorprender a los parisienses con sus decorados,
proyecciones, vestuarios y representaciones.
El Cine Mudo: El sonido antes del sonoro.
George Mèliés

Realizó
infinidad de películas utilizando ingeniosos, e ingenuos, trucos, alguno de los
cuales todavía es motivo de discusión sobre cómo lo logró. Aplicó fundidos y
encadenados tal y como se hacían en las sesiones de diapositivas. A él se deben
espectáculos filmados llenos de fantasía y de creatividad y rodó ya en 1899 la
primera película de diez minutos, El proceso Dreyfus (L’affaire Dreyfus,
1899), reportaje periodístico sobre dicho acontecimiento. En 1902, filmó
Viaje a la luna (Le voyage dans la lune), un prodigio para la época, en
la que ya utiliza maquetas, filmación a través de un acuario, superposiciones de
imágenes (filmaba sobre fondo negro en doble exposición).
El Cine Mudo: El sonido antes del sonoro.
Anteriormente
al cine sonoro ya existía el sonido en
el cine. Los cineastas y proyectistas se habían preocupado de ello, pues el cine nace con sonido. Rara
vez se exhibían las películas en silencio. Los hermanos Lumiére, en 1897,
contrataron un cuarteto de saxofones
para que acompañase a sus sesiones de cinematógrafo en su local de París.
Músicos y compositores tenían en el negocio del cine mudo una fuente de
ingresos. No sólo la música, también los ruidos, por lo que algunos exhibidores
disponían de máquinas especiales
para producir sonidos, tempestades o trinar de pájaros. Cierto es que este
sistema era solamente posible en grandes salas, en ciudades o lugares de
público generoso, y escasamente podía apreciarse en pueblos. Todos los instrumentos
eran válidos para hacer música en el cinematógrafo aunque el piano (y la pianola) eran normalmente
los más utilizados.
Poco después, se hizo posible ajustar el sonido a la imagen, y por
lo tanto se consiguió hacer sonoro el cine, aunque la sincronización entre
sonido e imagen fue un gran problema para los científicos de la época.
-
Charles Chaplin –

Una de las escenas más emotivas de la historia del cine
El Cine sonoro: una nueva forma de expresión.

En 1926 se estrenó en
Nueva York Don Juan, con efectos sonoros y una
partitura sincronizada y posteriormente varios cortos que fueron perfeccionando
los dos sistemas, el Vitaphone (la Warner) y en competencia el Movietone (la
Fox). El 6 de octubre de 1927 se estrenó El cantor de
jazz (The Jazz Singer), considerada la
primera película sonora de la historia del cine, que hizo tambalear todos los
planes del momento del cine mudo. Hacia 1930 el sonoro era un hecho, y el cine
mudo había sido definitivamente vencido.
The Jazz Singer
En el
mundo de los actores se produjo el pánico, ya que temieron, y con razón, que sus
voces no fueran adecuadas a los cambios, y todos fueron obligados a «pruebas de
voz». A pesar de que la mayoría de los actores superaban las pruebas, actores
significativos, aunque no por causa de la voz, quedaron en el camino (John
Gilbert, Buster Keaton...).
«El cine sonoro no era
simplemente el mudo con sonido incorporado, sino una nueva forma de expresión
que tenía que reconciliar lo real (la grabación precisa de palabras y sonidos)
con lo irreal (la imagen bidimensional), mientras que el cine mudo había sido
una unidad armoniosa, completa por sí misma». (Planeta,
1982).

Algunos historiadores del
cine dicen, no obstante, que afirmar lo anterior es
magnificar el problema, ya que en muy poco tiempo se montaron las cabinas para
la cámara sobre ruedas y enseguida se blindaron las cámaras insonorizándolas
totalmente, con lo que recuperaron la movilidad anterior. Hacia 1928 se habían
superado la mayoría de los problemas técnicos con los que se inició el cine
sonoro, se inventó la «jirafa», el micrófono que se coloca en lo alto de la
escena y se evitaron así las cámaras insonorizadas, pesadas y aparatosas, que
impedían la movilidad en las escenas.
El color antes del color


Los avances más
importantes y definitivos se lograron utilizando los descubrimientos de la
fotografía en color, basados en la teoría de J. C. Maxwell (1871). Mediante la mezcla adecuada de
rojos, azules y verdes se podían reproducir todos los demás colores. Era
necesario superponer fotografías (roja, azul y verde) y proyectarlas
mediante tres lámparas sobre una sola pantalla.
El Technicolor



La
crisis del cine 1950-1960
La
televisión, hecho sociológico de relevancia ya durante la década de 1950, hizo
revisar todos los esquemas que parecían incuestionables de la industria
cinematográfica. Para muchos de los artífices de Hollywood, el pasado resulta
inservible y el futuro se tambalea. El crepúsculo de los dioses (Sunset
Boulevard, 1950), de Billy Wilder, refleja magistralmente la crisis. La
audiencia del cine decayó a niveles nunca sospechados, y muchos técnicos
cinematográficos se pasaron al mundo de la televisión. La industria comenzó a
realizar telefilmes, con el fin de adecuarse económicamente a los cambios y a
vender para la televisión las películas antiguas.
Fue el
momento en el que las grandes productoras comenzaron a investigar las
posibilidades de, no solamente aliarse con la televisión, cosa que hicieron,
sino al mismo tiempo competir por los espectadores de la pequeña pantalla,
todavía en blanco y negro, con medios tecnológicos a los que la televisión no
podía acceder. Surgieron así las grandes pantallas y el relieve. Como resultado
de la magnificencia del tamaño, de la misma manera se llegó a las grandes
superproducciones, a la elevación al firmamento de lo económico de grandes
estrellas, a los guiones sobre temas históricos y bíblicos y al espectáculo de
masas en la pantalla.
Las
superproducciones
El cine hizo en
aquellos años lo imposible para mantener los espectadores en el cine, sacándolos
de la pequeña pantalla con el señuelo mágico de las grandes salas. Crecieron las
pantallas de tamaño con técnicas de diferente espectacularidad: El Cinerama, el
CinemaScope, Vistavisión, sistemas que a la par que seducían por su vistosidad y
tamaño debían impactar por las historias que contaban y la grandiosidad de los
argumentos, de los efectos y de sus modos de expresión.

Las dimensiones de las
pantallas, y sobre todo el formato, excesivamente largo para los cánones del
tiempo, permitió filmar escenas espectaculares de masas, pero resultaba ineficaz
para los primeros planos. Por esta razón los guionistas y realizadores debieron
cambiar sus formas de contar historias adaptándose más a la espectacularidad que
a la dinámica del relato.

El cine lucha por su supervivencia
Las grandes crisis del
cine y de escasa afluencia de espectadores las salas han hecho siempre
reaccionar a la empresa cinematográfica. El cine de aventuras vertiginosas, la
utilización de efectos especiales cada vez más osados, la paulatina entrada del
ordenador, crearon las bases para un cine diferente que atraía a las salas a
mayor número de espectadores.

En cuanto a los relatos
ha aumentado la adaptación de personajes del cómic, se han sustituido los
antiguos problemas por otros más ligados a las relaciones personales, actuales,
al medio ambiente y su defensa, como Bailando con
lobos (Dance with wolves, 1990) de Kevin Kostner,
o Nacido el 4 de julio (Born on the Fourth of July, 1989), antibélica y
Caso abierto (JFK, 1991) que revisa el caso del asesinato de Kennedy, ambas de Oliver Stone,
o la biografía del líder sindical Hoffa (Hoffa, 1992) de Danny De Vito, o
las de Spielberg La lista de Schindler (Schindler`s list, 1994), sobre el
holocausto nazi y la antibelicista Salvar al soldado Ryan. (Saving Private Ryan
1998).
Los temas reivindicativos
y críticos están constantemente presentes, Thelma y
Louise (Thelma and Louise, 1991) de Ridley Scott,
sobre la conciencia de la mujer, Reservoir dogs (1992) y Pulp fiction
(1994), de Quentin Tarantino en los que se hace una crítica a la violencia
desde la crueldad sin motivos, o Uno de los nuestros (Good fellas, 1990),
de Scorsese que expresa las pasiones humanas en una de las mejores películas de
gángsteres de los últimos tiempos.
Los efectos especiales
avanzaron cualitativamente con Steven Spielberg en Parque Jurásico (Jurassic
Park, 1993), que dieron pie a una extraordinaria puesta a punto e
investigación sobre el cine de animación digital y trucajes sofisticados para
producciones posteriores, Terminator II (Terminator 2 y Judgment day,
1991), de James Cameron, o la ya mítica El cuervo (The crow, 1994),
de Alex Proyas, en el que para varias de sus secuencias hubo de recrearse
digitalmente al actor principal, fallecido en un accidente de
rodaje.
En cuanto al cine
político y social es de destacar el director británico Ken Loach, Agenda
oculta (Hidden Agenda, 1990), un gran escándalo del gobierno británico,
Riff-Raff (1991), Lloviendo piedras (Raining stones, 1993) y
Ladybird, Ladybird (Ladybird, Ladybird, 1994) problemas sociales y
xenofobia, Tierra y libertad (Land And Freedom, 1995), sobre los
anarquistas en la guerra civil española y Bread And Roses
(2000).
Kenneth Branagh,
irlandés, formado en la escuela shakespeariana, ha dejado hasta el momento en su
filmografía películas de interés sobre teatro de Shakespeare, desde Enrique V
(Henry V, 1989), Mucho ruido y pocas nueces (Much Ado About Nothing, 1993),
Othello (1995) y
Hamlet (1997).

En los últimos momentos
del cine coexisten películas sencillas, como las películas italianas, Caro
diario (Caro diario, 1994) en el que Nanni Moretti expone su crisis
existencial y su incipiente proceso canceroso,
El
cartero y Pablo Neruda, (1995), de Michael
Radford, o La vida es bella. (La vita
e bella, 1997), de Roberto Benigni, popular tras
el oscar a la mejor película extranjera y grandes producciones en las que el
énfasis se pone en el gasto multimillonario, las campañas de marketing y los
efectos especiales espectaculares, como Titánic (1997), de James Cameron,
Matrix (1999), de los Hermanos Wachowski, Náufrago (Cast Hawai, 2000), de
Robert Zemeckis, o, Dinosaurio (Dinosaur, 2000) dibujos animados por
ordenador, de la Disney, o El señor de los
anillos (The lord of the rings, 2001) en
tres entregas, de Peter Jackson. Todas ellas son espectaculares y predominan los
efectos elaborados mediante técnicas digitales, todas
ellas llenas de efectos especiales espectaculares, en las que la mayoría de las
veces predominan los recursos elaborados mediante técnicas digitales.
La revolución de la imagen
La
«Performance Capture» es un avance recientes de las técnicas de captura de
imagen por ordenador. Se podría traducir como captura de la interpretación,
cuando la «Motion Capture», el sistema anterior, en el que se basa, era la
captura de algunos movimientos del cuerpo.
Ambas son
técnicas que capturan movimientos de los intérpretes, muy utilizadas en el
terreno de los efectos visuales. Hasta ahora, en la MC el actor se ponía un
traje con sensores que capturaban sus movimientos y los aplican en su modelo
tridimensional generado por ordenador.
Pero ahora
además se ha conseguido capturar la gesticulación facial del actor a través de
150 sensores colocados sobre su rostro, que captan los tics y pequeños detalles
que hacen la interpretación de un actor distinta a la de otro Aunque no registra
el 100% de lo que el actor quiere transmitir, es un gran avance con respecto a
la MC, pues lo que se está capturando es realmente la interpretación de un
actor, los movimientos de sus músculos, sus muecas, todo y en 3D, y no sólo el
movimiento general del cuerpo para servir de base a la animación.
Polar Express, The Polar
Express, realizada en 2004 por Robert Zemeckis, es la primera película
rodada totalmente mediante el sistema «performance capture» , un avance sobre la
«Motion Capture». A partir de ella se han realizado varias: la nominada a los
Oscar a la mejor película de animación Monster House, Beowulf.
El equipo
formado por Robert Zemeckis, Jack Rapke y Steve Starkey ha unido sus fuerzas a
las de los Estudios Walt Disney y se ha creado una nueva productora de películas
basadas en la tecnología «performance capture».
Los actores
tienen ciertas desventajas al actuar, ya que no disponen ni de vestimenta ni de
atrezzo o herramientas que le ayuden en su interpretación. Esta desventaja ya
existía antes de la MC, concretamente cuando se rodaban secuencias de efectos
visuales y el actor debía interpretar delante de una pantalla azul, sin conocer
el escenario o el monstruo contra el que se enfrentaba.

«Pero todas
las expresiones están realizadas por los actores humanos», aclara Zemeckis.
«Nadie anima eso. El ordenador no crea la interpretación, lo hacen los actores.
El ordenador simplemente coge la interpretación y le pone alrededor una piel
cinematográfica».
Esta forma de
hacer cine permite hacer cualquier cosa. El único límite es la imaginación del
realizador, pues se puede crear literalmente cualquier imagen. Con esta técnica
se ha rodado Beowulf, 2008, también por
Zemeckis y Tim Burton prepara durante 2009 su versión de Alicia en el País de las Maravillas y Spielberg y
Jackson una serie de dos películas sobre Tintín.
Making off Avatar: Capture Performance
En este vídeo sobre "Cómo se rodó el film Avatar" (James Cameron) podemos observar como se lleva a cabo la nueva técnica de Capture Performance que ha revolucionado la industria del cine.

Estos son los cimientos del Cine. Conociendo a los hermanos Lumière comenzaremos a valorar y a aprender con el Cine.
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